Óptica Jesús

UN PASEO POR LA AUDICIÓN

Examen audición - Óptica Jesús

Cuando conocemos cómo es un oído y su importantísima función, nos damos cuenta de la necesidad de mantenerlos cuidados igual que cualquier otro sistema de nuestro cuerpo, como por ejemplo, los ojos y nuestra visión.

El oído es un órgano muy pequeño a la par que complejo. Su función es filtrar las ondas sonoras de nuestro entorno y enviarlas al cerebro donde serán traducidas a ruidos, tonos y sonidos.

Vamos a hacer un pequeño viaje como lo haría una onda sonora desde el exterior hasta el cerebro.

esquema onda sonora audición - Óptica Jesús

EL VIAJE DE UNA ONDA SONORA

Cuando se emite un sonido en nuestro entorno, como por ejemplo música, palabras, un timbre, un teléfono o cualquier otro sonido habitual, este se desplaza en forma de ondas sonoras a través del espacio.

La forma de nuestro pabellón auricular está perfectamente diseñado para recoger esas ondas y enviarlas directamente a través del canal auditivo hasta que llega al tímpano, que es una fina membrana que empieza a vibrar una vez llega la onda.

Con la vibración del tímpano se ponen en movimiento los tres huesecillos del oído medio: Martillo, Yunque y Estribo. La vibración creada por estos tres huesecillos llega hasta el caracol. El caracol es una pequeña cavidad que está llena de un líquido que pone en movimiento las células ciliadas encargadas de recoger las ondas sonoras dependiendo de su longitud de onda (tamaño) para poder finalmente convertirlas en impulsos nerviosos.
Estos impulsos nerviosos son recogidos por el nervio auditivo para enviarlo directamente a cada zona correspondiente del cerebro.

Y ahí es cuando empezamos a percibirlos como sonidos.
El cerebro tiene diferentes zonas encargadas de reconocer los diferentes sonidos y ruidos.

Audición en 3 partes: oído externo medio e interno - óptica Jesús

La necesidad de detecta los primeros signos de pérdida auditiva

A veces no resulta tan fácil o evidente detectar que estamos perdiendo audición. Es un proceso que suele ser lento y no nos damos cuenta que empezamos a perder ciertos tonos. Hasta que tenemos una pérdida grave de audición.

El proceso comienza perdiéndose primero las frecuencias altas, como podría ser el canto de los pájaros. Seguidamente llega la dificultad para comprender el habla, lo que lleva a la persona a pedir que se repita lo que se ha dicho. El cerebro es capaz de compensar durante un largo tiempo las posibles carencias auditivas, pero llegado un momento es incapaz de ello y debe volver a aprender a interpretarlas.

¿QUÉ SOLUCIÓN ES LA MEJOR?

El uso de audífonos en el momento de los primeros síntomas.
Para ello se recomienda revisar la audición. Sí es cierto que la edad es un factor principal de este proceso, pero también son factores principales las personas sometidas durante largos periodos a entornos ruidosos, como podría ser trabajadores de la obra, músicos, trabajadores de aeropuertos….

aparato audición Audifono - Óptica Jesús

¿Cómo podemos cuidar de nuestros oídos?

Debemos mantener un cuidado continuo de nuestros oídos, pues al igual que los ojos, son órganos y sentidos importantes para nuestras relaciones sociales y desarrollo en la vida. Pero los ojos podemos cerrarlos al contrario que los oídos que están continuamente en funcionamiento.

Para cuidar los oídos no debemos olvidar su limpieza e higiene, evitar ambientes muy ruidosos, hacer un uso responsable de los auriculares, usar tapones durante los baños y los auriculares de protección (EPIS) cuando las circunstancias lo requieran.

¿QUÉ TIPOS DE PÉRDIDA DE AUDICIÓN EXISTEN?

Existen dos tipos de sordera:

LA SORDERA CONDUCTIVA: es aquella que afecta al oído externo o medio y puede ser solucionada con cirugía o medicina. En algunos casos podría ser compensada con audífonos.

LA SORDERA DEL OÍDO INTERNO: es aquella que afecta al oído interno, nervio auditivo o a las dos a la vez. Esta no puede ser tratada con cirugía y la única posible solución es el uso de audífonos.

¿CÓMO AFECTAN LOS RUIDOS A NUESTRA AUDICIÓN?

Las lesiones por ruido son de forma permanente e irreversibles, por ello la importancia de cuidar de nuestros oídos.
A partir de los 85dB las células de los oídos pueden ser afectadas y dañadas. Con 120dB el sonido ya pasa a ser doloroso.
Por ejemplo la intensidad de sonido que se emite a través de unos auriculares cuando escuchamos música ya pueden alcanzar los 85dB-90dB mínimo. El sonido del despegue de un avión oscila en los 130dB. Una explosión cerca de los oídos podrían provocar la pérdida total e inmediata de la audición.

En Óptica Jesús somos profesionales del cuidado de los oídos y la audición y queremos cuidar de los tuyos.
Pídenos tu cita y te haremos una revisión completa TOTALMENTE GRATUITA, llamándonos al 963 807 500 o pásate por la óptica.